Salir de trabajar después de pasar cuándo menos 10 horas sentado en un cubículo, frente a una computadora, haciendo llamadas y revisando papeles, debería ser reconfortante. De hecho lo es para muchos, aunque después la hora pico te haga pasar otra hora frente al volante para poder llegar a tu hogar. Al llegar, sabes que ya todo está bien, que tus hijos te esperan – si es que los tienes – y que tú esposa, tal vez hizo algo para cenar. Eso sería si tu vida fuera normal, como el común de la gente que camina por este mundo. Pero para @Alfredo_Olavarrieta no era así; desde hace dos días que el no quiere llegar a su casa, su mejor compañía es la computadora de su oficina, con la que hasta a llegado a platicar de vez en cuando. A él ya no lo esperaban una cena caliente, una esposa amorosa ni un par de hijos gritones, no, ya no… solo un plato frío y desbordado en cereal...
Y el motivo por el cual ya no quiere regresar a casa es porque tuvo una fuerte discusión con su esposa @ pollet_rios y sus 2 hijos @emiliano_px y @laila_flw, quienes lo tachaban de bueno para nada, alcohólico y poco hombre, y en cierta parte tenian razón, ya que @Alfredo_Olavarrieta, cuando llegaba tomado a su casa golpeaba a su mujer y a sus dos hijos a diestra siniestra. Ese día salió de su oficina alrededor de las siete de la noche, pero no manejó a su casa. Hizo una parada en un bar cercano, bebió una cuantas cervezas – a decir verdad fueron 15 cervezas las que bebió – y, ahora sí, se dirigió a su casa medio atontado por el alcohol ingerido. Estacionó su auto en el garaje y se quedó ahí, sentado, esperando quien sabe que cosa, mirando la nada. Después de media hora de estar cavilando, decidió hacer lo que toda la mañana estuvo pensando: matar a su familia. Y en efecto, cogió la escopeta que le había regalado @pollet_rios y decidido primero subir al cuarto de los niños, - ya estaban dormidos - los arropó, les dio un beso de buenas noches... y #puuuuum #puuuum dos disparos, disparos arteros a la cabeza de @emiliano_px y #puuum un disparo justo en el pecho de @laila_flw...
Se dirigió al cuarto principal donde se encontraba @pollet_rios, ella estaba tratando de comunicarse con la policía, pero fue imposible porque @Alfredo_Olavarrieta había cortado la línea telefónica de la casa. Ahí se encontraban los dos, @Alfredo_Olavarrieta apuntándole con la escopeta y @pollet arrincoanada en el cuarto suplicando por su vida. @pollet pregunto por sus hijos, a lo que @Alfredo_Olavarrieta respondió: ellos ya no serán un estorbo, tu siempre me recriminaste que era un mal padre y sabes tenías razón, y siempre me recriminaste que era un poco hombre, y que crees? También tienes razón en eso. @Alfredo_Olavarrieta puso dos cartuchos mas a la escopeta y abrio fuego... un solo disparo basto para terminar con la vida de @pollet_rios.
Después de haber asesinado a su familia, @Alfredo_Olavarrieta sacó ropa limpia de su closet, limpió un poco la escena de su crimen para que no lo inculparan y salió dejando los cadáveres ahí. Fue a los #bañosermita para limpiarse, y cambiarse. Después de haberse aseado, regresó al bar para mitigar y ahogar la culpa que sentía por haber matado a su familia. Esa noche, salió del bar ahogado en alcohol, encendió su automóvil y condujo hacia un hotel donde pasaría la noche.
En la mañana, con una #crudaculera, se encaminó a su trabajo, el día iba normal, ya tenía un cliente mas para el despacho para el que trabaja, su cara no denotaba expresión alguna, culpa, remordimiento, tristeza, nada de nada. A punto de irse a comer, Anita la secretaria de @Alfredo_Olavarrieta le dijo que tenia una llamada urgente, @Alfredo_Olavarrieta se torno un poco nervioso, porque imaginaba lo que era, -Anita pásamela a la línea 2-
- ¿Hola? – contestó en tono dubitativo.
- Buenas tardes Sr. @Alfredo_Olavarrieta, le habla el Comandante @Chavez de la Policía Metropolitana.
- Buenas tardes, dígame cómo puedo ayudarle – preguntó con un tono que denotaba un poco de miedo en su voz.
- Mire, Sr. @Alfredo_Olavarrieta, esto no es nada fácil y sé que probablemente esto debería hacerse en persona y no por teléfono, pero las labores de la gran ciudad me lo impiden. Perdón, confieso que yo también estoy un poco nervioso. ¿Su esposa es la Sra. @pollet_rios?
- Así es comandante, ¿sucede algo?
- Sr. @Alfredo_Olavarrieta, de verdad lo lamento, pero su esposa y sus dos hijos fueron asesinados la noche de ayer. De verdad lo siento, sé que es difícil, pero le pido fuerza.
- Cómo…
- Sr. @Alfredo_Olavarrieta, por favor, necesitamos que venga aquí al Servicio Forense para realizar todos los procedimientos administrativos correspondientes. De nuevo lo siento, pero ya ve como son las burocracias – comentó el comandante como si tal cosa, claramente, fingiendo todos sus “lo siento” – Mire, si gusta puedo enviar una patrulla a recogerlo…
Eso es último que recuerda de esa plática, después solo hubo nausea y un vómito que le quemaba las entrañas.
El resto solo fueron trámites, trámites en el servicio forense, trámites con la iglesia, trámites para el velorio, trámites para el entierro, solo trámites y el cascarón de @Alfredo_Olavarrieta, realizando todo eso, sin alma.
Después de haber ido al servicio forense, y de que lo interrogaran se dirigió a su casa, para ver lo que el mismo había hecho pero no recordaba. Iba por ropa para su esposa y sus 2 hijos. Después de treinta minutos logró reunir las fuerzas suficientes para entrar a su casa. Metió la llave y con mano temblorosa giró el pomo de la puerta, ésta rechinó un poco. Puso un pie en el vestíbulo de la entrada y la contempló, como lo hizo el día en que la compró. Dio unos pasos más y no pudo más. Lágrimas empezaron a correr vertiginosamente por sus mejillas. Las piernas le fallaron y calló al suelo. Derrumbado por las propias fuerzas de su dolor, por ese opresivo dolor que le partía el corazón, que lo partía a todo él. Que le quitaba las ganas de vivir, que le causaba dolor al respirar, que le mareaba, que le revolvía el estómago y le quitaba el hambre. Esa clase de dolor que uno siente cuando todo su mundo se lo ha llevado el diablo.
Poco a poco, con el paso del tiempo iría entrando más y más a su casa. Con el tiempo iría aceptando la idea de que su familia ya no estaba con él. Con el tiempo aprendería a vivir solo de nuevo y con el tiempo aprendería a recordar los buenos momentos que vivió con su familia – que fueron muchos -. Pero sobre todo, sabría que ellos están en un mejor lugar.
Por lo pronto, ahora duerme y su dolor es su única compañía…
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